HABLAMOS CON TEO LUCADAMO SOBRE SU DILEMA COMO RAPERO BLANCO
- ffernandeznoeliaa
- 24 mar
- 5 Min. de lectura
En la década de 1970, el hip-hop comienza a desarrollar sus primeros sonidos en el Bronx, Nueva York. Esta música surge como un movimiento contracultural que buscaba protestar contra las élites blancas y dar voz a aquellos que no tenían medios para alzarla. Sus protagonistas iniciales fueron hombres negros que estaban cansados del racismo, opresiones y pobreza a la que estaban condenados. Volviendo a la actualidad, hablamos y reflexionamos con Teo Lucadamo sobre su nuevo disco, El Dilema Del Rapero Blanco.
Texto: Noelia Fernández (@_nnoe_)

Los últimos años en el rap han sido de cambios e innovación, desdibujando la frontera entre los estilos musicales urbanos, entonces… ¿Teo hace rap?
"Hago rap, hago un acercamiento a un género que me gusta mucho, pero tampoco me considero rapero, es mi interpretación de algo que me encanta, pero no me siento rapero en ese sentido. El hip hop es una cultura, y yo no pertenezco a esa cultura, simplemente soy un fan."
Te preguntarás, si no es rap, ¿Qué lo hace rap?
“El género está ahí, las baterías son las que son, los tempos son los que son, las influencias son las que son, entonces el sonido es, estoy haciendo un género, pero desde otro lugar. La posición desde la que lo hago es la que me ha permitido llegar a un sonido, si no estaría haciendo lo mismo, pero con otra mentalidad y un poco menos consciente, lo que se notaría en el sonido y en el resultado final”. Nos ha quedado claro que el estilo es rap, pero ¿cuál?: “tiene influencias jazz, R&B en el hip hop, que es lo que más me interesa. Si tuviera que decir algún género sería más rap alternativo, hay experimentación, tiene algunos toques indies, así como independiente.”
Retomando el dilema del disco, ¿esto realmente ha movido cosas dentro del rapero?
“Al principio estaba tan convencido de que todo el mundo puede ser lo que quiera… que cada uno sea lo que quiera, no me meto en eso, pero unos amigos me preguntaron cómo me sentía haciendo rap siendo blanco. Me quedé como… pues cómo me voy a sentir, estoy en todo mi derecho, como los japoneses haciendo flamenco, pero claro no me parece lo mismo. Creo que coger ciertos manierismos, ciertas formas de vestir y comportarte, de haberlo visto en internet o en la Mtv, me hizo darme cuenta de que soy fan, pero no soy eso.”
Hablando de comportamientos y formas de vestir llegamos al punto de que el hip hop tiene un carácter contracultural muy fuerte, estando el título del disco muy ligado a esto. ¿Será que el rap ha perdido esta reivindicación?
“Sinceramente, no lo sé, creo que ya no tiene tanto este carácter. Siento que la música ahora mismo es poco reivindicativa y contracultural, un poco por el hecho de que nos tienen cogidos por los huevos. Ahora todo es estética, todo es pasatiempo, todo es divertimento, todo es muy liviano, muy superficial. Me parece muy bien y muy acorde con los tiempos, lo que interesa es pasárselo bien, disfrutar y evadirse, porque la realidad ya es chunga de por sí, entonces me parece que la música ahora se plantea un poco como vía de escape. Me parece que sí habría que recuperar ese carácter contracultural y político que tiene la música, y que ha tenido en momentos históricos muy importantes de reivindicaciones sociales. Al final, la música ha sido un eje vertebrador de estos movimientos y ojalá lo siga siendo.”
En el estudio de la música hay varias corrientes de pensamiento que se simplifican en que muchos géneros musicales nacen a partir de necesidades sociales, ¿Cómo crees que la música de Teo se relaciona con todo esto? Así lo cuenta él:
“Todo surge de una necesidad y de unas condiciones, también por eso mi música es alegre, liviana… porque yo no tengo grandes problemas en mi vida, yo puedo hablar y reflexionar sobre momentos duros, personales, y sobre cosas más difíciles, pero yo no te voy a estar hablando de penurias. He escrito muchas letras personales e intensas, entonces también necesitaba salir un poco de ahí y divertirme.”
Y es que la palabra divertido podría definir bastante bien el estilo musical del cantante, pero dentro de todas estas risas hay un puntito satírico y crítico, ¿Hacia qué?
“Yo me rio mucho de mí mismo, la cosa del disco es que parte de esa autoconciencia, pero es una autoconciencia que a veces se hace un poco pesada y que también carga, ¿no? El propio concepto del disco puede ser la chapa, entonces yo creo que hay diferentes niveles de autoconciencia y en cada uno de ellos la sátira acompaña”
Con tanta risa y tanta diversión es un poco difícil plantear un proyecto así y que se tome en serio, ¿le habrán llegado los miedos al rapero?
“Sí, supongo que da un poco de miedo que no te tomen en serio, pero ya me da un poco igual. Yo tengo mi vida tranquilamente y no me importa tanto, es una inseguridad que tenía más al principio. Soy una persona bastante seria por lo general, si que estoy todo el rato haciendo bromas, pero cuando hay que ser serio lo soy. A mí me gusta mucho llevar las cosas al límite, detrás de todo hay mucha planificación, y yo he tenido que demostrarle a Universal que lo podía llevar a cabo. Si que me gusta ver hasta donde me van a dejar, hasta que me digan que no, yo no voy a parar. Me gusta poner a prueba al personal, a ver hasta dónde pueden llegar, pero sin faltar.”
Pero claro, una vez conseguido el visto bueno de la discográfica, ¿Qué expectativas se crean sobre cómo recibirán el disco los oyentes?
“Yo creo que la gente que se escuche el disco se lo va a gozar, porque si llegas a la tercera o cuarta canción, ya bueno, te quedas ¿no? Es lo que quiero pensar, además cada tema tiene un video, la obra es eso, la canción y el video, pero que cada uno lo consuma como quiera. Me parece que tiene mucho color, mucha vida, creo que refleja un punto muy bonito en el que estoy ahora, el paso de la adolescencia a la madurez, al mundo adulto. Creo que es algo que todo el mundo, o ha vivido o va a vivir.”
Después de estas reflexiones sacamos en claro que definitivamente el que plantea Teo es un gran dilema, y cómo no va a pensar en cosas así con su visión sobre la música. El disco, que ya podemos escuchar, trae sonidos y letras divertidas, patrones distintivos y el planteamiento del hiphop de una forma extraordinaria, en el sentido de que se sale de lo cotidiano. A veces está bien dejar de lado el bombo-caja y conectar con la diversión que hay detrás de la experimentación y el jugar con todas las posibilidades que la música ofrece, lo que sin ninguna duda podrás escuchar en El Dilema Del Rapero Blanco.
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