¿Alguna vez te has preguntado de dónde nacen las tendencias o si existe una figura todopoderosa como Miranda Priestly que decide qué es trendy y qué no? Aunque las inspiraciones artísticas son esenciales para guiar la dirección creativa de una colección, antes de diseñar cualquier prenda, hay detrás un riguroso análisis sociológico que permite anticipar lo que vendrá.
Texto: Luna Doval (@lunnadoval)
Imágenes: Luna Doval (@lunnadoval)
Una de las herramientas clave en este proceso es WGSN, una plataforma utilizada por equipos de diseño e innovación de múltiples industrias para desarrollar sus propuestas. En la moda, un sector que actúa como un verdadero motor de cambio social, estas predicciones influyen en lo que llevaremos cada temporada y en las tendencias que marcarán las pasarelas de las fashion weeks más relevantes del mundo. Lo sorprendente es que WGSN ya proyecta tendencias hasta 2028, casi como si tuviera una ventana hacia el futuro.
En este artículo, exploramos las tendencias clave para 2025 según el coolhunter más influyente de la industria.
-Un estampado: el tartán.
El tartán, un estampado con más de 300 años de historia, ha sido reinterpretado por innumerables diseñadores a lo largo del tiempo. Entre sus máximos exponentes destaca Vivienne Westwood, quien lo convirtió en un emblema de su marca en los irreverentes años 90, dándole una nueva connotación en múltiples formatos y estilos. Ahora, este patrón clásico vuelve con fuerza, adaptado a las tendencias actuales. Lo veremos en todo tipo de prendas, desde pantalones hasta bolsos. ¿Será este el regreso definitivo del tartán, un estampado que ha marcado momentos inolvidables en la historia de la moda?
-La nostalgia de los 80
El estilo ochentero está de regreso, trayendo consigo un revival lleno de nostalgia y energía. Las tendencias más icónicas de la década vuelven renovadas, pero sin perder su esencia. Brillos, lentejuelas y detalles metálicos se convierten en protagonistas perfectos para looks que no temen llamar la atención. Los cinturones gigantes, con sus hebillas llamativas, regresan para marcar cintura y darle fuerza a cualquier outfit.
El denim, un clásico de los 80, se impone en total looks, con chaquetas, pantalones y monos en lavados ácidos y acabados desgastados. Además, el color está de vuelta con combinaciones atrevidas y tonos vibrantes, desde neones hasta contrastes inesperados. Por otro lado, el athleisure, con su fusión de lo deportivo y lo casual, rinde homenaje a los icónicos chándales y leggings de la época, pero adaptados con materiales y cortes más actuales, ideales para el día a día.
No podían faltar las hombreras y los cortes voluminosos, que aparecen en blazers y vestidos, dándole un toque actual pero sin abandonar su espíritu ochentero. Este revival no es solo una tendencia; es un viaje a una década inolvidable que sigue marcando el ritmo de la moda actual.
-Nuevo romanticismo: el boho-sensual
Un nuevo romanticismo se abre paso en la moda con el resurgir del boho-chic, una tendencia que combina delicadeza y naturalidad. Encajes, medias decorativas, tonos crudos y tejidos vaporosos se posicionan como protagonistas indiscutibles para este 2025, consolidando un estilo que comenzó a despuntar en 2024.
Este nuevo boho no solo apuesta por la fluidez en las prendas, sino también por una estética etérea que evoca un aire nostálgico y poético. Vestidos largos, blusas con volantes y detalles artesanales como bordados o crochet se integran en esta propuesta que mezcla lo bohemio con un refinado toque romántico y sensual.
Los tonos neutros y apagados, como beige, blanco roto y cremas, refuerzan la sensación de calma y conexión con la naturaleza que define esta tendencia. Perfecta tanto para ocasiones casuales como para eventos más elegantes, el boho-chic sigue evolucionando, demostrando que la comodidad y la sofisticación pueden ir de la mano. ¿Será esta la era del romanticismo moderno?
-Énfasis en la cintura
Esta tendencia, influenciada por los expertos en prendas estructuradas al más puro estilo de Thierry Mugler y Balenciaga, promete convertirse en una de las protagonistas de 2025. Con un enfoque claro en la silueta femenina, destaca por el énfasis en la cintura como punto focal, marcando una figura estilizada y poderosa que evoca el glamour de épocas pasadas, pero con una visión contemporánea.
Corsés, blazers ajustados y faldas con volumen redefinen el equilibrio entre lo arquitectónico y lo sensual, haciendo que la moda estructurada recupere su lugar como sinónimo de sofisticación. ¿Estamos frente al New Look del siglo XXI? Este regreso a las formas clásicas con una estética futurista demuestra que la moda siempre encuentra nuevas maneras de reinterpretar su legado.
-Un color clave: el Future Dusk
En 2025, Future Dusk, un azul-púrpura profundo y misterioso, se posiciona como símbolo de transición y transformación. Inspirado en la dualidad del anochecer al amanecer, captura emociones de escapismo y suspense, conectando con la fascinación por la segunda era espacial y su impacto en la tecnología y la economía.
Este tono, reinterpretación del azul índigo, combina lo familiar con lo futurista, destacando en moda y diseño por su versatilidad, ya sea en acabados brillantes y futuristas o en texturas mate que potencian su profundidad. Future Dusk es más que una tendencia; refleja el espíritu de
-El ballet core
El balletcore llega a la moda urbana adaptando la elegancia del ballet a un estilo más accesible y práctico. Inspirada por elementos clásicos de la danza, como los tutús, leotardos y zapatillas de ballet, esta tendencia se traduce en prendas ligeras y fluidas que, en lugar de ser solo para la pasarela, se incorporan a la vida cotidiana con un toque más desenfadado.
Referencias de marcas como Chanel y Miu Miu han llevado este concepto a la pasarela, con faldas de tul, tops ajustados y detalles como lazos y volantes. Sin embargo, para adaptarlo a la calle, la clave está en hacerlo más funcional. Faldas midi de tul o incluso tejidos más robustos, combinados con zapatillas deportivas o botas, se convierten en piezas fáciles de llevar. Los leotardos o mallas se transforman en prendas clave para combinar con jeans o faldas, mientras que las zapatillas de ballet se reinterpretan en versiones más casuales.
El balletcore en la calle apuesta por una estética más accesible, jugando con la suavidad y fluidez de los materiales, pero también con el equilibrio entre lo cómodo y lo estilizado. El desafío está en mantener la esencia romántica y delicada de la danza, pero con un enfoque práctico para el día a día.
Comments