Texto: Adrián Cotillas
Marina y Teresa Iñesta, las dos hermanas que un día decidieron pasar a llamarse Repion para hacer rock. Mañana mismo en sala Sol presentarán su nuevo álbum de la mano del Beeweek. Veamos que puede contarnos Marina de qué es realmente este mundo de la música para ellas.
A día de hoy contáis con más de 20.000 oyentes mensuales en Spotify, tres álbumes, varios festivales recorridos...Pero al final todo se resume a lo que siempre ha sido, dos hermanas haciendo lo que les gusta. ¿Cómo empezó realmente todo esto?
Pus todo llegó porque en nuestra casa siempre hubo mucha música. Nuestro padre tenia un local de ensayo, y era inevitable bajar, entonces yo empece a hacer canciones con una amiga y cuando Teresa tenía 14 años o así, ella empezó a hacer letras chulas y tal. Todo nos iba saliendo natural y es verdad que el hecho de tener el local tan cerca y poder bajar en pijama, hizo que desde muy pronto pudiésemos practicar lo que era tocar en grupo. Cuando nos animamos a ir un poco mas allá, buscamos a alguien más para unirse a la banda. Al final solo éramos dos adolescentes.
Es cierto que trabajar con familia a veces puede ser muy gratificante, pero imagino que es complicado lograr que estas relaciones laboral - familiares no lleguen a chocar. ¿Cómo gestionáis vosotras esta aspecto?
Es muy importante cuidar esa relación. Tenemos mucha confianza y en el local se nota. Por ejemplo, algo que nos viene muy bien es que haya una tercera persona que medie un poco entre nosotras., y sobretodo si es una persona muy pacifica, que nos suele pasar.
Además, el primer año en Madrid vivimos juntas, pero vimos que era algo que podía dañar la banda, entonces yo me fui. Pero vamos, aun así siempre hemos vivido cerca, no mas lejos de media hora. También es verdad que cada una va haciendo más su vida adulta, sus planes y cada una nos adaptamos a la otra, pero el grupo al final está ya tan consolidado que es algo casi independiente. Procuramos no ser muy orgullosas y cuidar estas situaciones.
Como decías antes, todo esto comenzó en el garaje de vuestra casa y por puro amor al arte. Vuestro inicio queda marcado por el primer álbum que sacasteis, "La lágrima y la naranja". ¿Qué recuerdas de aquella época?
Pues mira, recuerdo que en ese disco esta la canción "Tropezamos", con la que nos dimos un poco más a conocer. Teresa se curró un videoclip superchulo para ser tan cría y yo creo que con esa carta de presentación empezamos a ir a más concursos. Partíamos de que no teníamos ni idea de cómo funcionaba nada de esta industria, pero desde el minuto uno estuvimos muy seguras de lo que estábamos haciendo y de que queríamos seguir adelante con ello. Siempre currando, currando muchísimo.
Imagino que en el tiempo que ha pasado desde aquel lanzamiento hasta el día de hoy muchas cosas han cambiado su lugar y su forma. ¿Qué dirías que es diferente ahora?
Nuestra mente, nuestra cabeza, nuestro cerebro…Todo esta más tranquilo. Empezamos siendo dos chavalas adolescentes y ahora somos dos mujeres con su vida en Madrid, con las cosas claras, nuestros trabajos y tal. A esto también se suman los problemas de peña adulta, tanto amores, como la angustia de buscarse la vida y saber sacarte las castañas. Creo que esto mismo ha hecho que tanto las letras como el sonido hayan cambiado de forma inevitable en cierta manera.
Y en todo este proceso, en el que ha habido tantos altos como bajos, ¿cambiarías algo?
No, me gusta todo lo que hemos vivido y todos los errores que hemos cometido. Nosotras somos de una manera y hay que aceptarlo. A veces hemos trabajado con determinadas personas que luego te das cuenta de que no cumplen con tu forma de trabajo o tus objetivos, pero es que esto te hace saber qué es lo que quieres y lo que no. Yo, por ejemplo, soy muy motivada y a la mínima que hay algo me subo al carro. Luego te das cuenta de que te has embarcado en tremendos viajes, pero eso mismo es lo que ha hecho que estemos aquí.
Se habla mal de todo el mundo siempre, de sus decisiones y errores, pero yo estoy contenta de poder decir que me alegro de nuestros errores y que con ellos nos hemos desarrollado.
Hablando del ahora, acabáis de sacar hace muy poco vuestro último proyecto "Repion", un álbum de 11 canciones que continua vuestro estilo rockero. ¿Cuál es la idea que da lugar a ese nuevo trabajo?
Partiendo de que es un disco compuesto 2 años, las canciones las une una época con muchos mucho muchos puntos de inflexión. Al final lo une la pasión, la insistencia y el amor que sentimos por este proyecto. Este disco se grabó mitad y mitad en dos años, y eso ha sido algo super raro. Otra cosa interesante es que son todas canciones que en cierta manera se pueden emparejar.
Crear un proyecto así de grande imagino que es algo bastante complejo por todos los pasos que debe suponer. ¿Qué recuerdos tienes de todo este camino? Tanto buenos como malos.
A mí me encanta la parte de grabar porque es casi tan guay como tocar en directo. Si tuviese que decir algo malo, diría que se ha grabado en dos partes. Además, se ha grabado en huequitos libres porque nosotras trabajábamos a la vez, y eso ha hecho que no hayamos sido capaces de coger un tiempo concreto para dedicarnos a ese proceso de grabación. Es lo único que me da pena, el no haber podido sumergirme al cien por cien en la grabación sin distracciones.
De todas las canciones del álbum, ¿cuáles son vuestras favoritas?
La mia es "Tu/Mi Colonia" y la de Tere es "En todo momento".
Aprovechando que mañana mismo tendremos vuestro concierto del Beeweek en la Sala Sol quería preguntaros acerca del directo. ¿Cómo lo vivís vosotras? ¿Qué se siente?
Nos encanta. Además yo tengo muchísimas ganas porque esta vez la gente ha podido escuchar el disco y va poder a cantarlo. Se siente una retroalimentación durante toda la hora del concierto muy guay. Hay un especie de flujo de energías alucinante. No sé, es algo que disfrutamos muchísimo
Para concluir todo esto y que alguien que no os conozca pueda entender vuestro proyecto, ¿Cómo definirías Repion en 3 palabras?
Las hermanas Iñesta
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