Después de demostrar el talento de su voz, su capacidad de experimentación y su versatilidad para surfear entre cualquier género, La Cendejas se presenta más desnuda que nunca en su último EP, “Tsunami”.
Texto: Adrián Cotillas
Paula Cendejas siempre ha sido una de las personas que más me ha interesado del panorama emergente español. Ese “En tu cama” junto a Jesse Baez se quedó conmigo desde el principio, y poco a poco me fui quedando con la idea de que la joven artista iba a llegar allá donde quisiera. Creí que “Sabaneta” sería su punto álgido, y la verdad es que “Contragolpe” (el EP que contiene el tema) fue uno de mis más escuchados en ese 2021, y sin embargo lo escucho a día de hoy y siento que aún faltaba algo que Cendejas podía dar.
Más adelante, “X ti” se sintió como un preludio de sinceridad, un cambio en la forma de escribir, de hablar desde un verdad más real (si es que eso tiene algún sentido), parecía que empezaba un nuevo capítulo. Los singles que le sucedieron (“A tu manera”, “Selena”) seguían teniendo ese sonido tan suyo, pero sentí que no volvían a esa emoción que me había provocado lo que había visto en “X ti”
De repente, llegó el último viernes de octubre (me acuerdo perfectamente del momento) y supe que era ahí, en su nuevo lanzamiento, en “PAENAMORAR”.
Este tema tiene el desgarre emocional que tan bien expresa la cantante, tiene el sonido vanguardista al que siempre se ha sumado y que tan bien le encaja, y desde luego, tiene la calidad vocal que el delivery de Paula siempre nos ha dejado. Aquí es, en mi opinión, donde La Cendejas verdaderamente se presenta ante su público, desde la realidad más pura que hemos conocido hasta la fecha.
Según redacto este nuevo párrafo me replanteo mis últimas palabras, y es que no sabía lo que se me venía encima al escuchar “Colibrí”. Hacia mucho tiempo que no sentía algo así con la música. Esta canción es un secreto que Paula decidió compartir con todxs nosotrxs. Es una experiencia dolorosa, una de esas que cualquiera se llevaría a la tumba y que, sin embargo, ella decide soltar y dejar que forme parte de ese tsunami al que nos invita.
Cosas así no se escuchan todos los días, pero la realidad es que suceden, y no es que nuestra sociedad las trate de la manera más llevadera posible. Creo que ahí reside en cierta manera el potencial de este tema; en decir lo que nadie se ha atrevido hasta la fecha y en dar voz a cualquier persona que no pueda tenerla. Es por esto por lo que se habla del verdadero poder de la música, el de la emoción y la conexión con lo ajeno, el de lo social.
Los adelantos de este EP concluyeron por todo lo alto con “Tatami”. Esta vez la pena se convierte en rabia y en dolor, dos elementos que juntos pueden explotar. Algo así sucede con los BPMs de este tema, que poco a poco van elevándose, a la par que el carácter que adquiere la voz de Paula, a punto de pegar un grito de guerra que rompa con todo.
El proyecto completo pudimos conocerlo el pasado viernes, al que se sumaron tres nuevos temas: “Omega”, “Cafeína” y “X”.
Sin duda alguna, el primero de ellos ha sido la mayor sorpresa en mí. Una base que podría parecer propia de trap, violines en su tesitura más aguda y una letra narrada desde lo más violento de una batalla. Un combo que desde luego llama la atención. Quizás no sea el sonido más comercial, pero es una apuesta nueva, algo valiente.
Generalmente, cuando buscamos innovar necesitamos colaborar, y así lo ha hecho a lo largo de este EP La Cendejas junto al productor del momento: Carlos Ares. Su voz tan solo la oímos en el inicio de “Cafeína”, el tema más divertido de todo este minidisco, pero eso no significa que su rastro sea invisible en este trabajo, todo lo contrario. El músico (y genio me atrevería a decir) lleva tiempo estableciendo un sonido muy característico, y podemos verlo en todo “Tsunami”. Lo encontramos en esos pitcheos, en esas distorsiones, en esos ritmos nuevos, en definitiva, en esas fórmulas propias que funcionan de una manera distinta a los que hemos oido hasta hora y que refrescan el oido a través de la novedad sonora.
Insisto en esa magia de la música para hablar de “X”, ese tema que menciona un concepto tan importante como “El club de las ex”. ¿Quién no ha tenido nunca una pareja cuyas ex estaban todas locas? (O así nos lo habían contado al menos…). Esto querido lector, es un himno para todos esos rockers insoportables que viven alienados en su mundo. Tan solo pedimos una cosa, y es responsabilidad afectiva. No es para tanto…
Por concluir esta crítica, creo que merece la pena comentar la estética que ha acompañado al proyecto desde el minuto uno. La belleza de lo real, de la piel desnuda, de un grito; de las sensaciones mas humanas que hay. Todo ello está en las portadas, en los videoclips, en el feed de Instagram. La realidad es que en un mundo en el que la música entra por todos los estímulos posibles, La Cendejas (y todo su equipo) ha estado en todo
Ya habíamos visto todo lo que hay en Paula, su talento, su voz, su experimentación; y solo nos faltaba poder verla a ella. "Tsunami" es introspección, es realidad, es dureza; es todo lo que hay en La Cendejas.
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