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IRENE GARRY ES LA MÁS MANDONA

Desde que se es bien pequeña, a una chica se le enseña que ser una mandona es algo malo y a evitar, pero parece que Irene Garry se saltó la lección y decidió convertirse en la más mandona de todas.

La joven alicantina trajo ayer su último concierto a la capital, donde amigas, amigos y seguidores llegaron para ofrecerle su calor y disfrutar de su talento en el auditorio de Conde Duque , espacio cedido al Inverfest, organizador del concierto

Como es habitual, en el escenario acompañaron a la cantante Hanna Grande (batería) y Maria Amore (teclista). Por supuesto, la guitarra corrió a cargo de Irene, que decidió cantar un par de temas acompañada únicamente del instrumento y su dulce voz. De repente, el gran auditorio se convirtió en su pequeña habitación y los espectadores pudimos ver la versión más íntima y sincera de la cantante.


Su último EP fue el líder del concierto, pero vino acompañado de algunas covers de Lana del Rey (como es de costumbre) o de Mecano y su “No hay marcha en Nueva York”. Garry interpretó también algunas canciones pendientes de sacar que provocaron más de una lágrima entre el público asistente.

Es inevitable resaltar la calidad que tiene el sonido de estas chicas y la sinergía que consiguen establecer con el público. Incluso sufriendo algún que otro fallo del directo, lo supieron resolver rápidamente y con mucha gracia para seguir con el show como si nada hubiera pasado.


Lo de ayer fue tan solo una pequeña muestra de lo que la gran artista Irene Garry está consiguiendo: Un pop en el que cabemos todos y todas los que tenemos esa “pena de custodia compartida”


Por mucho que nos lo pida, no podemos decirle a Irene Garry que se calle, solo podemos pedirle que no lo haga nunca


Escrito por: Adrián Cotillas

Fotografía: Adrián Cotillas

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