Hiperobjetos es la exposición que actualmente está acogiendo la Sala Picasso del Círculo de Bellas Artes en la que tecnología y conciencia se unen para sembrar la duda sobre el momento socio-tecnológico en el que vivimos. La exposición se ha complementado con la performance Metapiel y en Magma te lo contamos todos.
Texto: Laura Echeverria (@lauetxh)
Desde el día 11 de septiembre hasta el día 17 de noviembre, la Sala Picasso del Círculo de Bellas Artes ha acogido la exposición Hiperobjetos, cuyo manifiesto se basa en la retórica: ¿Es posible que la tecnología sea parte integral de nuestra conciencia?
Y es que, basándose en teorías de otros artistas y expertos, la exposición sostiene que los dispositivos electrónicos son una extensión de nosotros mismos que van más allá de nuestros cuerpos, que pueden alcanzar fronteras invisibles y crear conexiones únicas entre naturaleza y cultura.
Fotografía: Tristán Pérez-Martín (@tristanperezmartin)
Para ilustrar esta creencia, una sala negra y laberíntica está llena de objetos que representan el paso del tiempo, convirtiéndose los dispositivos en un ejemplo del propio avance de la conciencia del ser humano o, más concretamente, del artista de la generación New Media, el Arte Generativo y el Computacional.
En colaboración con la NewArt {collection;}, en la exposición se puede apreciar obras de artistas como Peter Weibe, Óscar Martín o Jaime de los Ríos, entre muchos otros.
Uno de los aspectos más llamativos de la exposición es la intervención sobre la misma de las artistas e investigadoras Pilar del Puerto y Rut Martín, llamada Susurros conectivos. Centro de documentación vibrátil . El argumento principal de la intervención consiste en complementar la exposición con objetos que den voz a otros discursos y pensamientos, con los que el público puede interactuar, y que darán lugar a nuevas lecturas de la propia exposición.
A esta intervención, los días 13, 15 y 16 de noviembre a las 19h, de manera gratuita, se suma la performance Metapiel, una propuesta de la artista multidisciplinar Daniela Rivas y la actriz y bailarina Natalia Ribalaygua Sanz, antiguas alumnas de Réplika Teatro.
La acción pone voz y cuerpo a los textos y discursos propuestos por Susurros conectivos. Centro de documentación vibrátil , contando como fuente de inspiración con el imaginario cyborg. Llenas de calcomanías que son Qrs, las artistas van moviéndose por la sala, rígidas y con la mirada fija, invitando al público a seguirlas. Cada vez que se detienen, una acción nueva acontece, y el público puede escanear los Qrs de su piel para acceder a las pistas de audio que ilustran, a través del susurro, los textos de la intervención.
La sala laberíntica, repleta de objetos hipnóticos, te sumerge en un plano absorbente que te traslada, durante unos minutos, a una realidad paralela.
¡Quedan pocos días para disfrutar de esta experiencia! No te quedes sin verla.
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