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EQUAL FEST 2023

Miércoles, ya casi mitad de una nueva semana, te metes en la playlist de canciones de la ducha, te paras por un momento, y te das cuenta de la pequeña proporción de artistas femeninas que tienes dentro de esa lista en comparación con la sección masculina. Pues igual que tú, yo, y muchos de nosotros nos hemos dado cuenta de algo tan simple y a la vez tan importante, la gente de Spotify también lo hizo y de manera global. Como reacción, decidió organizar un festival dedicado a las mujeres y a su lucha por la igualdad en una industria liderada por hombres.


Esto fue el Equal Fest España 2023.

Cartel Equal Fest

Llegamos a la pista del Wizink Center y en un principio parecía que iba a ser un evento algo tranquilo. Te dabas la vuelta y no era uno de esos días en los que el recinto estaba a rebosar, pero todo estaba por venir. Sorprende (para bien, por supuesto) que una gran proporción del público era masculino. Teniendo semejante cartel, realmente podía pasar cualquier cosa y cualquiera iba a ser bienvenido. Judeline, Natalia Lacunza, Ptazeta, Nathy Peluso y Lola Índigo eran las actuaciones que la noche deparaba, nombres que en sus diferentes sectores y con su respectivo público, representan grandes iconos y mensajes de fuerza, de libertad y, por supuesto, de feminismo.


Cuando me giro para observar cuánta gente hay detrás, de repente, las luces se apagan. En el escenario, se proyecta un vídeo anunciando las diferentes embajadoras del evento, entre las que destacan nombres como Amaia, Rozalén, Bad Gyal o Sole Giménez. Sorprende esta fusión tan curiosa de artista ya que, aunque en un principio nunca cabrían en un mismo espacio, una causa social tan importante como la igualdad las une y quedan atrás todo tipo de diferencias. Uno de los nombres más aplaudidos fue el de Zahara, que, de repente, apareció en el escenario en un brillante morado para dar el discurso de introducción al evento. No es de extrañar que la autora de “Puta” (recientemente nominada a los Grammys Latinos) fuese la madrina de esta ceremonia, un detalle que personalmente nos encantó.


Una vez informados de los que iba a pasar aquella noche, la artista se retiró del escenario y dio paso a la primera de las artistas. Fue la niña de Caños de la Meca quien dio el pistoletazo de salida: Judeline. Con su voz angelical pasada por sus característicos efectos y un inmenso visual de fondo, la artista nos elevó hasta el paraíso con algunos de sus temas más conocidos. “Si preguntas por mi”, “En el cielo”, “Canijo” o su reciente versión de “La Tortura” fueron algunas de las canciones que pudimos disfrutar de su mano. La gracia sobre el escenario, la cercanía con el público y, por supuesto, la dulzura de su voz, era todo lo que Judeline necesitó para quedarse con nosotros, que caímos rendidos a sus pies. Por si fuera poco, la cantante también respondió a un fan y anunció al fecha de salida de “2+1”, su próximo trabajo.



El turno De Lara terminó por todo lo alto, así que mantenernos en esa nube en la que flotábamos era la tarea de la próxima artista, Natalia Lacunza. Claramente, lo logró con la elegancia que siempre demuestra. Precedida por Paula Cendejas y un inspirador discurso acerca de lucha e inclusión, la pamplonica llegó pisando fuerte al son de su tema homónimo al último disco: “Tiene que ser para mí”. Acompañada de Ganges al teclado y Khotton Palm a la guitarra, Natalia nos hizo pasar por todo un circuito emocional de grandes intensidades. Disfrutar en directo de tres de los temas de su próximo EP “Duro” (uno de ellos aún no publicado) fue algo que necesitábamos y casi ni sabíamos. Está claro que el próximo proyecto de la cantante se moverá en lo electrónico y hará que el beat nos lleve a todos los sitios que podamos imaginar. Entre aplausos y gritos, Natalia abandonó el escenario para dar paso a un show muy distinto al suyo.



Era la hora de PtaZeta, un show marcado por la fiesta, el baile y el disfrute por todo lo alto. Acompañada de sus bailarines y bailarinas, y con un peinado de lo más babydoll, la canaria puso a todo el recinto a botar al ritmo de sus éxitos.

De nuevo, fue un concierto muy marcado por el diálogo con el público y su cercanía con este mismo. Además de interpretar un show liderado por algunos de sus temaozs, sorpresas y una enorme dosis de adrenalina, la rapera también dedicó una parte del tiempo a hablar de temas tan importantes como el cuidado de la salud mental o el medioambiental, aprovechando así el altavoz tan grande e importante que se le cedió en aquel momento, algo digno de admirar.



Tras casi dos horas, una primera mitad del show de la noche había pasado ya, y nosotros casi no fuimos conscientes realmente, pero había sido así.

Para amenizar la espera hasta el próximo show (precedido por la incertidumbre entre cuál de las dos artistas que quedaban sería), pudimos disfrutar un DJ set de Toccororo, la famosa DJ e influencer del momento. Aunque en un primer momento pasase algo desapercibida, poco tardo la Claudia en tener a todo el mundo pendiente de a dónde iban sus faders.


Una vez el momento DJ acabó, todo estaba alisto para ella, la argentina más admirada del momento: Nathy Peluso. El suyo ha sido uno de los shows más impresionantes que jamás he podido ver. La calidad vocal, el movimiento, la presencia escénic...Todo estaba en su sitio, y cuando no lo estaba, era porque estaba en un sitio mejor aún. La mafiosa tiene una especie de superpoder que hace pensar que no es humana siquiera, esto es lo que la convierte en la maravillosa. Sin embargo, su desparpajo nos hace volver un poco a la tierra y sentirla como una amigas más. Su concierto fue sin duda uno de los más espectaculares de la noche: Giros vocales, una iluminación calculada al dedillo y una instrumentación en directo que no dejó indiferente a nadie.


Nathy Peluso

Ver algo así rehace entender el verdadero trabajo que supone ser una artista en todos los aspectos y el esfuerzo diario que hay que realizar para llegar a poder tener un show en esas condiciones, que parecen casi inalcanzables. Si mirabas al público, o estaba gritando, o estaba llorando, o, como era el caso de muchos de nosotros, estaba con la boca abierta incapaz de reaccionar ante semejante barbaridad (de las buenas). Desde luego, su nombre no podía faltar en este festival y las expectativas quedaron muy altas tras un show como el suyo.


Nathy Peluso

Ya en la recta final del festival solo quedaba una actuación por ver, y era la de Lola Índigo, conocida por unos impresionantes shows marcados por la coreografía. Efectivamente, así lo demostró. Como ya habíamos visto en la gira de El Dragón (su último disco), la cantante comienza los conciertos saliendo de un huevo y con la energía al máximo nivel desde el primer momento. Poco a poco, los bailarines de desplegaron y antes de que nos diésemos cuenta, se había montado una especie de ecosistema futurista en el que encajaba a la perfección el sonido de los temas.


Éxitos como "Discoteca", "El Tonto" o su reciente colaboración con Dellafuente “Mala suerte” fueron algunas de las piezas que conformaron el gran puzzle que fue la performance. Para deseo de muchos, el cierre fue de la mano del tema que propulsó a Lola índigo a la fama: "Ya no quiero ná". Aquí pudimos ver cómo todo el Wizink iba a una, y ahí supimos que todo este festival era los que necesitábamos.



De una forma muy familiar, las cinco artistas protagonistas de la noche: Judeline, Natalia Lacunza, PtaZta, Nathy Peluso y Lola índigo se subieron al escenario, y mano a mano, resumieron en un pequeño discurso compartido el porqué del Equal Fest y la verdadera importancia que estos eventos tienen, algo con lo que no podemos estar más de acuerdo.

Artistas Equal Fest

Texto: Adrián Cotillas

Fotografías: César Lorenzo Pérez

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