Estos últimos años el biopic se ha convertido en el género por excelencia, da igual de quién se hable y a qué público mueva: un biopic es un acierto seguro. Como todo, este auge debe de tener un background que lo provoque, y hoy en Magma Revista vamos a reflexionar sobre cuál, de todas las posibles opciones, es el motivo de esta nueva corriente artística.
Texto: Laura Echeverria (@lauetxh)

Fotograma de "Bohemian Rhapsody" (2018)
No podría jurar que todo empezó con Bohemian Rhapsody (2018), pero recuerdo que durante semanas nadie habló de otra cosa. Mi madre, mi padre, mis amigos, mis tíos...todo el mundo tuvo una opinión al respecto. Rami Malek se llevó el Oscar y, aunque no a todo el mundo le gustó, todo el mundo la vio.
Sería una mentira rotunda asegurar que Bohemian Rhapsody fue el primer biopic con éxito. Atrápame si puedes (2002) fue un absoluto hito en el cine, aunque puede que, a pesar haberla visto mil veces, esta sea la primera vez que reparas en que es un biopic. El género había sido menospreciado antaño. “No es un documental, pero tampoco ficción... entonces, ¿qué es?” Y la realidad es que no hace tantos años que un biopic puede formar parte del cine de culto, básicamente porque nadie entendía qué pretendía contar.

Fotograma de "Atrápame Si Puedes" (2002)
Aún cada vez que salgo del cine, pienso: “¿Cuántas cosas de las que cuenta serán verdad?” y es que todo lo que se pone sobre un papel se convierte en ficción, lo que hace a los biopics susceptibles a cambios que se alejan de la realidad más de lo estrictamente correcto porque, al fin y al cabo, los biopics cuentan historias reales.
Me gusta pensar que los biopics están en su momento álgido porque nos han empezado a importar más las personas. Yo, como fan absoluta del género, he decidido desgranarlo desde el punto de vista humano: ya no queremos conocer al personaje, queremos conocer a la persona. Y, quizá por esa curiosidad por descubrir la verdad dentro de alguien, hemos empezado a consumir más este tipo de cine.
Desde Pablo Larraín y sus Jackie (2016) y Spencer (2021), pasando por Sofia Coppola con Marie Antoinette (2006) y Priscila (2023), hasta Blonde (2022) de Andrew Dominik, podemos sacar en claro que, si hay una figura que ha resultado misteriosa a lo largo de los años, es la de la mujer. Empiezo a pensar que quizá el biopic es más que una excusa para contar una historia, quizá es un grito silencioso al mundo para reivindicar el legado de aquellas que siempre se limitaron a posar ante una cámara.
De izqda a dcha: Fotogramas de "Marie Antoinette "(2006), "Jackie" (2016) y "Blonde" (2022)
Aunque está claro que no son sólo los biopics sobre mujeres aquellos que triunfan, sin ir más lejos Oppenheimer (2023) fue una de las películas más taquilleras de su temporada.

Fotograma de "Oppenheimer" (2023)
A menudo cuando comento este tema, me tratan de idealista. Y puede que lo sea, porque si soy honesta conmigo misma, hay una muy fina línea entre querer conocer la verdad de alguien y ser, sencillamente, un cotilla de manual. ¿Es ese el verdadero motor del biopic? ¿El cotilleo?
Personalmente, no es mi opción favorita, aunque sospecho que puede acercarse a la realidad. Sin embargo, creo que la verdadera razón, por más que me pese, es el momento sociológico en el que nos encontramos: la celebrity fever es más real que nunca desde que ya no sólo el cine, la música y la moda fabrican famosos; ahora también lo hace internet.
Desde que los famosos nacen y crecen en las redes sociales, el resto de mundanos hemos tenido la oportunidad de asomarnos a su vida personal de una manera que antaño era impensable. Sólo los paparazzis nos servían como ventana; ahora hay toda una lista de posibilidades.
¿Es esa familiarización con los ámbitos más cotidianos y humanos de los famosos lo que cada vez nos hace sentir más cómodos conociendo los trapos sucios de las leyendas de la cultura pop?
Sin sacar una conclusión en claro, yo elijo creer en el buen corazón de una sociedad que cada vez es más consciente de las emociones con las que convive. Y tú, ¿a qué crees que se debe este fenómeno?
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