Hoy es el turno de hablar con uno de los artistas del momento, uno que se siente azul a pesar de ser daltónico, uno que tiene muchas ganas de experimentar y no se conforma. Hoy es el turno de Choclock; y por supuesto, de su nuevo disco "Daltónico Pero me Siento Azul".
Texto: Adrián Cotillas

Antes que nada, ¿cómo estás? ¿Cómo se siente uno después de compartir con todo el mundo un proyecto así de grande?
Pues estoy en modo resaca emocional tras la listening party, el lanzamiento, la acogida de la gente...Me pasa lo típico de estar haciendo diez mil cosas y darte cuenta de que algo así de grande ya se ha terminado y ya ha salido. Estoy aliviado y agitado a la vez, pero, sobre todo, muy feliz.
Imagino que es un momento algo raro a nivel sensaciones por haber estado tanto tiempo trabajando en algo y, de repente, soltarlo. ¿No te produce una sensación de vacío?
Me suele pasar, pero esta vez ha sido distinto porque el disco lo terminé hace bastante. Por cuestiones de planificación, lanzamiento y demás, hubo un gap bastante grande entre los visualizers, la portada y otros detalles, en el que no estuve haciendo música. En ese tiempo, mi cabeza tuvo la oportunidad de preparar lo siguiente que quería hacer. Llevo tiempo trabajando en lo próximo, probando a ver qué va a salir y con la mente puesta en ello.
Ya que mencionamos los tiempos, ¿cuánto te ha llevado hacer este proyecto?
Es un poco raro porque, como produzco para otra gente también, ha sido algo espaciado en el tiempo. Iba por semanas dedicadas a mí, después terminaba un disco de otra persona, hacía shows... Entre prueba y error y con esas semanas intercaladas, han sido un total de dos años de trabajo aproximadamente.
Esos altibajos a nivel de tiempos, supongo que también han ocurrido en lo emocional. ¿Qué ha sido lo más difícil de levantar este disco?
Lo que más me costó fue no tener muy claro qué hacer, eso era muy frustrante. Hacía canciones que me gustaban, pero no estaba seguro de si tenían sentido con lo que hacía, si era lo que quería sacar. No sabía si convertirlo en singles, en un EP… Venía de Magua con Miel, que es un disco del que quedé muy orgulloso, y me puse mucha presión para estar a la altura de ese proyecto. Eso me condicionaba mucho.
¿Y de lo que más satisfecho te sientes?
Estoy muy orgulloso del empaque general del disco, de cómo ha quedado todo. Funciona muy bien lo visual con la música. Creo que ha llegado a un punto muy potente y lógico en el que ambas cosas funcionan perfectamente.
Quizás me equivoco, pero a nivel de oyente siento este disco como el más personal de los que tienes, quizás el más emocional.
Yo no lo siento tan así, la verdad. Sí que he hablado de mí de forma muy sincera en algunas canciones como puede ser "M. Scott Freestyle", pero no lo siento tan personal porque no llego a dar detalles y me quedo un poco en la superficie para no involucrar ni ofender a nadie. Creo es cierto que todos los artistas bebemos de ahí, y es la forma más fácil de conectar con la gente. Es algo real, es algo de lo que tienes detalles y puedes contar en primera persona.
Nos estamos poniendo muy sentimentales (o no tanto, pero bueno). Creo que es el momento perfecto para hacerte la pregunta: ¿Qué es para ti el amor?
Uf, qué complicada…Sintetizando mucho, creo que el amor es cuando priorizas a una persona antes que a ti; por amor y no por manipulación, claro (risas).
Y por pasar de lo emocional a lo empírico, ¿cuál es la lección más importante que te ha enseñado todo este proceso creativo?
Tengo que dedicarme más tiempo. Es un proyecto que se ha alargado mucho y que, si me hubiera priorizado a mí y a mi propio proyecto, habría salido bastante antes. La verdad es que es mi propósito de este año: dedicarme más tiempo a mí mismo.
Claro y conciso, me gusta. En otro orden de cosas, los géneros musicales en este disco brillan por su gran variedad. Un poco de R&B por aquí, algo de UK garage por allá... ¿Quiénes han sido tus inspiraciones en ello?
Creo que lo que más ha inspirado en el disco en cuanto a sonido son PinkPantheress y Aminé. Han sido súper referentes a nivel de producción a lo largo del proceso.
Hablaba antes de este disco entre los que tienes porque tú llevas en esto desde 2017 según tu Spotify. ¿Echas de menos algo de aquella época?
Puedo llegar a echar de menos lo espontáneo de aquel momento. Al final, era más joven y todo me daba un poco más igual, pero tenía un montón de inseguridades que ahora intento evitar. En mi proyecto todo está muy profesionalizado ahora, y quizás sí puedo llegar a añorar esa sensación de hacer un beat hoy y sacarlo en dos semanas. También es verdad que eso me llevó a que haya mucha música de la que, a día de hoy, me arrepiento. Por lo tanto, hay un lado bueno y uno malo.
¿Y qué es lo que más valoras del momento actual?
El haber puesto tanto interés en la parte visual del proyecto. Antes no la mimaba tanto e iba para adelante con lo primero que saliese. Ahora hay un equipo que hace que todo eso se vea más profesional, y lo agradezco un montón.
Hablando de actualidad, creo que es inevitable mencionar la figura del artista de hoy sin tener en cuenta todo el tema de rapidez de consumo, promoción en TikTok, vídeos rápidos… ¿Cómo sientes tú esto en primera persona?
A veces te sientes un poco bobo con el típico mensaje de “ya puedes escuchar mi tema...”. Tengo la suerte de ser bastante payaso, y eso me facilita mucho el reírme de mí mismo y poder quitarle algo de hierro al asunto. Me es mucho más fácil y más natural poder hacerlo gracias a eso.
Algo sobre lo que también quería preguntarte es tu generación espaciotemporal. Tú participaste en tus inicios junto a Cruz Cafuné, Ellegas e Indigo Jams en Broke Niños Making Pesos, y poco a poco el tiempo os ha ido llevando por vuestros propios caminos. Teniendo en cuenta el potencial de la escena canaria actual, ¿crees que hay algún rasgo común que os caracterice?
Pues no te sabría decir algo. Aunque todos seamos canarios, cada uno es de su padre y de su madre. Hasta en mis propios amigos más cercanos veo un montón de diferencias en cómo aborda cada uno su proyecto, y no sé qué podría decirte.
Tú precisamente has visto crecer tu proyecto entre tus propias manos, desde tu isla hasta la capital del país. ¿Cómo de centralizada está esta industria? ¿Las oportunidades reales solo están en Madrid o Barcelona?
Sí y no. Tenemos ejemplos súper heavys como Quevedo, que no creo que haya necesitado estar en Madrid para explotar en un principio. Pero, a largo plazo, es cierto que viene bien. Si quieres tener las oportunidades que tiene todo el mundo, viene muy bien porque tienes todo a mano. Poder hacer cosas de hoy para mañana solo se puede hacer aquí. A mí me ha pasado de tener sesiones de un día al otro, o de que me contacten artistas tochos que sé que, si no hubiese estado en Madrid, no habría podido hacer. Es triste, pero todo esto viene de una carencia de estructura y recursos que no hay en Canarias, y que nos hace a muchos de nosotros salir de allí. Creo que la mayoría de nosotros lo vemos como algo temporal y queremos volver a Canarias de alguna forma.
Por ir cerrando esta conversación tan interesante, cuéntame, ¿qué planes tienes para este 2025? ¿Algo que me puedas ir adelantando?
Quiero experimentar más. Creo que el disco que he sacado es una evolución lógica de lo que es mi sonido, pero quiero sorprender más a través de una versión distinta de mí. Creo que el producto que les estoy dando lo puedo seguir haciendo, pero mi inquietud creativa necesita buscar otra cosa, un estímulo creativo y, sobre todo, un reto.

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