"Cagarla es parte del proceso, no hay que tenerle miedo”. Con esta frase podríamos definir la charla que hemos tenido con Candela Kerce, una joven ilustradora que llegó a Madrid hace unos años para convertirse en la artista que es hoy en día.
Candela nació en Ferrol, pero con el fin de estudiar la carrera de bellas artes, no tardó en venirse a la capital. Además, luego siguió formándose en diferentes aspectos: Investigación y creación artística, profesorado, diseño gráfico…Otra cosa no, pero formación tiene para largo.
Como artista, ha pasado por diversas etapas de más y menos creación, pero desde 2020 ha estado centrada en el proyecto con el que continúa actualmente.
Su estilo queda definido por 3 factores que saltan a la vista:
Los color vibrantes, lo cotidiano y las referencias populares.
Acerca de este ultimo aspecto, Candela nos comenta que en casi todas sus ilustraciones, hay pequeñas alusiones a diferentes elementos del día a día que le rodean: series, películas, videojuegos…Solo en ocasiones algunas personas son capaces de entender estas referencias, y esto es muy interesante. Pensar que lo que para unos pasa desapercibido es lo que para otros da un significado mayor a la obra, cobra mucho más sentido de esta manera.
Además de tener sus bases estéticas y temáticas muy claras, Candela se inspira en muchos y muy diferentes artistas y obras . Desde el expresionismo alemán, una de las primeras corrientes que mama cuando es niña, hasta estudios de animación como Cartoon Network, sin dejar atrás artistas independientes más o menos reconocidos como Alice Bloomfield o Little Thunder.
Como artista, Candela guarda un discurso muy importante, el cual se basa en utilizar el arte como un medio de expresión para lo que nos dé la gana. La técnica y los academicismos son otras herramienta a explotar, pero no hay una única manera correcta de hacer las cosas, que es lo que nos ha ido demostrando la historia.
Como artista, Candela guarda un discurso muy importante, el cual se basa en utilizar el arte como un medio de expresión para lo que nos dé la gana. La técnica y los academicismos son otras herramientas a explotar, pero no hay una única manera correcta de hacer las cosas, que es lo que nos ha ido demostrando la historia.
En cuanto al mundo laboral, Candela nos habla de algunas ventajas que supone para ella el ser autónoma: Tener su propios horarios, conocer a gente del mismo gremio, una gran libertad creativa… Aquí surge la duda de cómo separar vida personal de profesional al trabajar en algo que te gusta, pero nos cuenta que ella lo ve de otra manera “Al final, en mi tiempo libre yo dibujo, así que me da igual tirarme 7 horas por la noche haciéndolo, porque me gusta hacerlo y lo disfruto."
No obstante, existe un gran contra en este tipo de trabajos, y es la continua incertidumbre laboral generada por la precariedad del sector: “Desde las instituciones no existe ningún tipo de apoyo ni de información para que yo como creadora pueda empezar a trabajar. “ (…) “Sales de la carrera y no tienes ni idea de a dónde ir.” Sin embargo, Candela tiene claro que esto es lo suyo, y que solo promoviendo y diversificando este sector, se va a conseguir dignificarlo de una vez por todas.
Hablando de futuro, Candela es muy clara. Quiere poder vivir de lo que hace, de lo que más le gusta. Sin ningún tipo de pretensión ni de grandilocuencia, simplemente poder pagar las facturas haciendo lo que verdaderamente le hace feliz. Esto es algo que en cierta manera une a los artistas de hoy en día, el cambiar las ansias de fama y reconocimiento a gran escala por humildad y disfrute.
Desconocemos cómo irán las cosas en unos años, pero probablemente Candela siga siendo igual de fantástica y ojalá que pueda contarnos que sus ilustraciones le dan de comer, que no queda mucho para ello. Estad atentos a su perfil (@candela_kerze) porque nunca deja de sorprendernos.
(Todas las fotografías han sido facilitadas por @candela_kerze)
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