Recoger lo que es tuyo, meterlo junto a todas tus vivencias en mil cajas y ponerles un nuevo destino en el que desconoces lo que va a pasar. Toda esta experiencia que algunos vivimos como una simple mudanza, Antony Z ha decidido transformarla en el mejor de sus proyectos hasta la fecha: “La gran ciudad".
Tras ir dejando algunas pistas como “Tan sola como siempre” o “Atardecer desde las torres”, el granaino se ha decidido a publicar su segundo álbum de estudio, un hilo de canciones a través de las cuales nos va guiando por su viaje hasta la capital; hasta Madrid.
El trayecto comienza con los ojos algo cegados por las luces de la ciudad, pero serán las buenas intenciones y los sueños lo que guien a Antony para liberarse de este “Humo” con el que abre su aventura.
Poco a poco las dudas se transforman en ganas de más y las debilidades se van transformando en fortalezas. Ritmos como los de “La gran ciudad” hacen que el cuerpo fluya pidiendo más y más, o como dice dice el propio cantante, soñando fuerte las cosas hasta que se den. El estilo de esta canción, por ejemplo, resulta algo sorprendente ya que con los singles que habíamos podido ver hasta ahora, el reggeaton y el freestyle parecían ser algo que fuese a estar más presente, y sin embargo, la variedad parece haber llegado para quedarse.
Además de navegar en este tipo de música electrónica, el andaluz no deja atrás su raíces y las lleva por bandera. Ya no solo en las letras, como hace en su himno “Te quiero, Graná”, sino en el estilo tan propio de su región. “Soy el sol” ya nos advierte de esto con ese primer punteo de guitarra, sucedido de una voz que nos habla de la sensación de deslumbrar que nada ni nadie puede apagar. Resulta curioso que el propio Antony nos confiese que este fuese a ser uno de los descartes y ahora haya pasado a ser el focus track del disco.
Uno de nuestros temas favoritos es, sin duda, “Autobús 65”. En esta canción, el joven artista pone a prueba sus grandes habilidades como storyteller y narra lo que un viaje en bus desde las afueras hasta al centro puede llegar a abarcar. Escuchar este tema es como echar un vistazo a diferentes realidades de las que muchas veces nos olvidamos, haciendo que valoremos lo bueno que tenemos alrededor.
El sonido de este álbum, además de variado y marcado por un estilo de voz muy concreto y propio de Antony Z, ha sido posible gracias al trabajo de varios productores. Bigla, David Marley, Toni Anzis y Blasfem son los nombres que aparecen en el disco, siendo estos una pieza fundamental en el desarrollo del proyecto,.
La mejor manera de cerrar este análisis es dar una escucha a “Respirar”, el último tema del disco. Este puede parecer sencillo, pero esconde una historia de superación, de agradecimiento y, sobretodo, de trabajo y esfuerzo. Un final para acabar por todo lo alto de la ciudad.
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